La situación judicial de Amado
Boudou cuenta con un apoyo condicionado dentro del Gobierno. La voz oficial
–Jorge Capitanich– transmitió el mensaje recién después de una reunión en la
quinta de Olivos con la presidenta Cristina Kirchner. Sin embargo, en algunos
sectores del Gobierno, prefieren el silencio. Sobre todo, aquellos que ya
tienen la mira en el 2015 y eligen resguardar sus opiniones y separarse de la
crítica figura de Boudou.
Después de un día de silencio,
cuando se conoció el llamado a indagatoria por el caso Ciccone, Capitanich hizo
conocer la postura del Gobierno y habló de “linchamiento mediático” contra el
vice. El resto del Gabinete, se agazapó. “En caso de que se consulte, se dirá
lo mismo que planteó el jefe de Gabinete, pero no hubo ni una orden de salir a
hablar ni mucho menos”, aseguró una fuente oficial.
Para un funcionario nacional, ese
es el equilibrio: “Fue un planteo medido, no se podía no decir nada por lo delicado
del tema, pero el vice no tiene respaldo del gabinete hace mucho tiempo”,
explicó un funcionario.
Sorprendió incluso en algunos
sectores que el diputado nacional del FPV Martín Insaurralde que saliera a
defender al vice. “Hay que respetar la presunción de inocencia del
vicepresidente, algunos medios intenten hacerle creer a la sociedad que está
condenado”, dijo Insaurralde. En el entorno del diputado lo calificaron como
“un buen gesto político”, no sólo por la relación de trabajo que hace años, lo
une a Boudou, sino también “como un respaldo en medio del vacío que le hicieron
en el gabinete”.
Otros optaron por el silencio. El
gobernador Daniel Scioli ayer reiteró sus intenciones presidenciales (ver
página 9), en una entrevista a un medio correntino, pero evitó hablar de
Boudou. Días atrás, consultado por su postura ante las denuncias que señalan al
vice, prefirió no opinar: “Soy respetuoso del estado de derecho como hombre
aferrado a la Constitución”, se limitó a decir. Desde su entorno admiten que es
una decisión tomada no opinar sobre un tema tan delicado.
Otro que eligió resguardar su
opinión al respecto fue Florencio Randazzo, ministro del Interior y Transporte,
y también anotado para el 2015. Después del acto que la semana pasada encabezó
Cristina Kirchner en la Casa Rosada, Randazzo reiteró sus aspiraciones
políticas (“si saco adelante el transporte, por supuesto”), sin delimitar si
pretende ser candidato a la Provincia o Nación. Ayer, consultado por Clarín por
la condición judicial de Boudou, prefirió no opinar. Tiempo atrás, hubo
acusaciones cruzadas entre el vice y el ministro por el caso Ciccone.
Mientras, Boudou permanece ajeno
a las decisiones del Gobierno. En su equipo reconocen que “no le atienden el
teléfono” en Balcarce 50. Su comportamiento social es criticado por el
kirchnerismo más duro. Sólo lo alivió un poco el apoyo de Capitanich tras la
orden de Cristina. El resto de sus compañeros, prefiere el silencio.
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